Gregor Samsa, resignado a vivir el resto de su vida como un monstruoso insecto, decidió matar las horas escribiendo microficciones. La primera de ellas empezaba así: "Un día desperté convertido en un bello escarabajo y me alegré al saber que Dios me había elegido para empujar barranca abajo a esa voluminosa bola de mierda que los arrogantes llaman 'especie humana'".
Acerca del autor:
Sergio Gaut vel Hartman
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