Llama la atención en Buenos Aires, una de las capitales con más taxis, que los taxistas exhiban una cinta roja y un rosario colgados del espejo retrovisor. La cintita se entiende que es para protegerse del mal de ojo, de la envidia y de todo aquello que pueda ir mal. El rosario va siempre de copiloto.
Acerca de la autora:
María Elena Lorenzin
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