La lluvia caía con displicencia, sabiendo que todo comenzaría a tomar su ritmo como siempre, desde el inicio y aún desde antes del comienzo; ella marcaba la cadencia de horas y segundos; su sonido sincopado me traía recuerdos y vivencias, dolores, aromas y soledades de un transcurrir que me abdujo, no recuerdo cómo ni cuándo.
Estuve ahí en un lapso sin tiempo ni espacio; donde no era ni dejaba de ser; mi realidad era esta y la otra también; fue como vivir en una continua indefinición de planos, perpendiculares, transversales, oblicuos, paralelos; mi cuerpo se retorcía, su adentro y su afuera estaban perturbados, confundiendo mi percepción en un raro ser y estar; no estando ni siendo.
Debía salir de ahí y volver al mundo real, pero no estaba segura; la lluvia en su murmullo me acompañaba en mi indecisión… en un barco de papel salí a navegar ámbitos diversos.
Acerca de la autora:
Paula Duncan
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