Verónica y Lara no saben que Javier se olvidó de comprar el regalo y van confiadas a la fiesta de cumpleaños de la abuela. A Lara no le va a importar, siempre está en otra, pero Verónica… ¡cómo se va a poner! Ella no quería que Javier se encargara, pero Germán insistió tanto que tuvo que acceder. Germán dice que Verónica tiene que aprender a delegar, que no puede ser que ella tenga que ocuparse de todo. A fin de cuentas la abuela es de todos y no puede ser que Javier siempre zafe. Pero pensándolo bien… ¿Germán de qué se encargó? Ese sí que es un vivo bárbaro.
Por suerte el abuelo avisó a tiempo que hay cambio de planes. A un velorio no hace falta llegar con un regalo y de las flores seguro que se van a encargar los tíos.
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Fernando Andrés Puga
Fernando Andrés Puga
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