La fealdad es una máscara que oculta la belleza interior, escribió Trígimo en su noctuario. ¿Acaso no es una prueba más que nos pone el Creador para templar nuestros ánimos y forjar nuestro espíritu? Sin duda, los feos somos los elegidos del planeta, lo que quedará cuando se deshilachen las apariencias y todo vuelva a la gran nada. Sólo los débiles se encadenan a la falacia de lo bello, sólo los débiles y los falta de esp… Trígimo no tuvo tiempo de completar la frase, tampoco de escribir que nació tan poco agraciado que hasta su propia madre lo abandonó.
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