Por la virgencita, no me pegues más, mi amor. Ya ni siquiera puedo salir a la calle de tantos cadenales. Que no me preocupe, dices, que tú me cuidas como una madre. Pero no entiendes amor que lo que yo necesito es otra cosa, que no me pegues más por el amor de Dios. Sí, ya sé que me quieres.
Acerca de la autora:
No hay comentarios:
Publicar un comentario