domingo, 14 de febrero de 2016

La marca - Javier López


Tras veinte años, ya me había acostumbrado a verme aquella horrible cicatriz en el rostro, que ocupaba todo el lado derecho de mi cara. No recordaba de qué era aquella herida que me producía tal deformidad, pero ahí estaba, ahí había estado siempre.
Por eso fue una enorme sorpresa ver cómo desaparecía, el día que decidí limpiar el espejo.

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