—Permiso, buenas tardes, me llamo
Peralta, ¿acá es el blog?
—Ya
compramos todo lo que necesitamos.
—¿Tengo
cara de vendedor de detergente?
—Vea,
hoy en día las caras no dicen nada, con tanta cirugía…
—Tengo
papel carbónico, cintas para la Olivetti, rollos de Ektachrome
vencidos, tinteros con el busto del general San Martín, el viejo era
ordenanza en el ministerio y traía uno por semana, los vendo por el
precio del metal…
—Vea...
tenemos…
—Ustedes
me recuerdan a Gasalla en “La Tregua”, el mejor papel de su
carrera… cuando les señala a sus compañeros de oficina su vida
estéril…
—¿Estéril?
Dejesé de joder, viejo, ¿por qué no se va?
—“Ser escéptico evita daños
mayores, como la desilusión”, lo dijo Leonardo Sciascia.
—…también tenemos…
El señor Peralta se fue del blog,
entró en la oficina de Durán Barba y le dijo a la secretaria: “Soy
un perdedor, quiero perder mejor, pago con mis lágrimas”, y le
mordió la boca.
Acerca del autor:
Abel Maas
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