sábado, 27 de junio de 2015

Principio de Incertidumbre - Daniel Alcoba


Mucho se ha hablado de reinos, países o ciudades de ficción como creación imaginaria, en cambio no se ha considerado tanto el hecho de que todos los reinos, países o ciudades reales, tal como creemos —acaso con gran ingenuidad— “conocer” (realizar), son el resultado de una creación colectiva, multitudinaria, de una vasta legión de imaginaciones que sedimentaron en el lenguaje, o sea en nuestra consciencia, a través del tiempo y las generaciones, desde el origen hasta el día de hoy. Cada ser humano es un palimpsesto hiperactivo de sueños, deseos y aún quimeras atávicas. Vivimos en ciudades fantásticas y somos personajes de ficción que persiguen iniciarse viendo por fin el mundo real, ese universo que no dejamos de perseguir a través de las edades, e imaginamos inmerso en el mar o la niebla de la invención y el sueño. ¿Interesa que se inventen proteínas que faciliten la mutación genética; que la Tierra se esté calentando; y que las placas de nuestra geodésica estimuladas por el ascenso del nivel de los océanos se derrumben como fichas de dominó recorriendo al alza la escala Richter? ¿O, en fin, que un coloso alienígeno juegue al billar con otro viajero estelar o intergaláctico usando como bolas los planetas del Sistema Solar?

Acerca del autor:
Daniel Alcoba

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